24 de diciembre

La Unidad de Prevención de Riesgos Laborales 1.4 del Distrito Sanitario Granada-Metropolitano ha participado en el concurso que ha convocado el Servicio Andaluz de Salud para la elaboración de un cartel institucional contra las agresiones al personal de los centros asistenciales del SAS.

La perspectiva con la que hemos querido enfocar el cartel que hemos presentado al concurso ha sido la de comparar la agresión con una infección en un centro sanitario ya que, al igual que ésta y como dice una frase de nuestro cartel “Se instaura paulatinamente en todos los centros”. La marca de agua del cartel son dibujos de diferentes “bichitos” que quieren representar de manera gráfica y simpática (para quitar un poco de tensión al tema) a los gérmenes que causan una infección.
Las agresiones hacia el personal sanitario se dan cada vez con más frecuencia y han pasado de ser excepcionales a ser habituales, igual que cuando una infección se expande incontroladamente, por no reparar en el alcance de la misma o por no haber tomado las medidas preventivas pertinentes a tiempo. Como dice el cartel en su primera frase la agresión a veces “No se ve, pero se escuchan sus gritos” y darle un enfoque más amplio puede ayudar a visualizarla.
Con el eslogan de nuestro cartel: “No te laves las manos frente a las agresiones: DENÚNCIALAS” queremos resaltar la importancia de no normalizar estos hechos, de no evitar el problema ni minimizar el daño que pueden causar y sí denunciarlas, uniendo así nuestro esfuerzo a la política del SAS, que también da por fundamental denunciar las agresiones. En el cartel hemos querido realizar un doble giro comparando la situación: si para frenar las infecciones hay que lavarse las manos, algo inculcado desde siempre entre los sanitarios, para frenar las agresiones hay que no lavárselas, es decir, tomar partido, darle la importancia que se merece al tema y denunciarlas siempre. Si no se hace así es como si nunca hubieran ocurrido. El aumento de los registros condiciona un mejor entendimiento del problema y posibilita la aplicación de medidas de contención y prevención.
Las agresiones en el trabajo son un problema en auge en profesiones de atención al público, siendo la profesión sanitaria una de las más afectadas y, a pesar de esto, existe una importante Infra-declaración de agresiones. En muchas ocasiones los trabajadores sanitarios minimizan los episodios violentos, por ello es necesario formarlos en la importancia de la comunicación de los mismos para su posterior registro. A pesar de la gran divergencia de los datos, a nivel mundial la mayoría de estudios indican que sólo se registran alrededor del 10%-15% de los casos de agresión. Esta infravaloración contribuye a una prevalencia de la confusión, un desconocimiento de los patrones de severidad y falta de conocimiento acerca de los niveles de riesgo en el escenario laboral.
Y, como medida preventiva frente a las agresiones, utilizando el símil que propone nuestro cartel, una antibioterapia pre-quirúrgica frente a una infección, el SAS ha lanzado una campaña informativa en los centros sanitarios para recordar a los usuarios que la Administración sanitaria denunciará por la vía penal cualquier agresión a los profesionales de dichos centros. Ya ha comenzado a distribuirse cartelería tanto en los centros de salud como en hospitales, donde se insiste a los usuarios en que "ante cualquier amenaza, coacción o agresión física y/o verbal o cualquier otra actuación ilícita contra los profesionales se cursará la pertinente denuncia por la vía penal, pudiéndose castigar estas acciones con penas de cárcel". Además, en estos carteles informativos se avisa de que los centros disponen de diferentes medidas de seguridad, entre las que se incluye la conexión directa con la Policía. Asimismo, se recuerda que los usuarios pueden realizar sugerencias y aportaciones de mejora o presentar cualquier reclamación.
En cualquier caso, el SAS ruega a los usuarios que respeten la dedicación que los profesionales prestan al cuidado de su salud. Este argumento lo hemos querido reflejar en la frase de nuestro cartel en la que decimos que la agresión “Es multirresistente a todo, salvo a la tolerancia y al respeto”. Y, aunque como cualquier infección una vez instaurada es difícil de erradicar, creemos que con la educación y formación de la población y del personal sanitario estas agresiones pueden disminuir.
Esta campaña de concienciación a pacientes y usuarios forma parte de las acciones emprendidas por la Consejería de Salud y Familias dentro del nuevo Plan de Agresiones en el que se viene trabajando. El nuevo plan incluirá medidas dirigidas a la concienciación de los pacientes y usuarios con campañas informativas explicando cómo funciona el sistema sanitario andaluz y qué puede o no puede hacer un profesional. Este desconocimiento lleva, en muchas ocasiones, a exigir acciones que sobrepasan el ámbito de actuación del profesional. Además, es fundamental que los ciudadanos tomen conciencia de que un problema nunca se resuelve con una agresión.
Para abordar de una forma integral el problema de las agresiones, se considera prioritario el desarrollar un proceso de formación específico dirigido a todos los profesionales de la salud sobre la forma o el manejo de las situaciones conflictivas, con el fin de obtener unas habilidades que les permitan manejar situaciones de riesgo, manejo del estrés con efectividad y actuaciones de control sobre el ambiente de trabajo.
Por lo tanto, una de las fundamentales medidas preventivas frente a esta “infección” de la agresión será la formación de los profesionales que cobrará especial importancia y tendrá una doble vertiente. Por un lado, se diseñarán talleres y actividades incluidas en los planes de formación de los centros en los que los profesionales aprenderán a controlar situaciones conflictivas; por otro, recibirán formación sobre qué hacer cuando se produce una agresión.
También como medida preventiva es importante la adecuación de infraestructuras e inmuebles, el diseño de centros y la implantación de medidas de seguridad pasiva (dispositivos de alarma, cámaras de video-vigilancia, salidas alternativas, acompañamiento del profesional, etc.), activa (servicio de seguridad) y en la atención domiciliaria si es preciso y donde proceda.
Otra de las medidas preventivas del SAS frente a las agresiones, otra de las “barreras” establecidas frente a esta infección para evitar que se expanda más, es la creación del interlocutor policial y sanitario. La Consejería de Salud y Familias ha impulsado la creación de estas dos figuras que ha supuesto un punto de encuentro de trabajo a nivel provincial para impulsar la prevención de agresiones en el ámbito sanitario. Se trabaja, así, desde una vertiente muy práctica y sobre la base real del terreno junto con las direcciones gerencias de los centros sanitarios, para prevenir las agresiones y mejorar la atención al personal que las sufre. La colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se ha traducido además en sesiones informativas y formativas impartidas en cada provincia al personal de hospitales, centros de salud y consultorios, coincidiendo en sus objetivos con las distintas actividades formativas que ya están en marcha.
Y por último, como “tratamiento de la infección de la agresión” podríamos decir, una vez que desgraciadamente ésta ya ha ocurrido, el nuevo plan incorporará también un programa especial de acompañamiento al profesional agredido y supondrá la habilitación de canales ágiles y rápidos para que la persona que sufre una agresión, ya sea verbal o física, no esté sola momentos después de ser agredida. Así, se ofrecerá apoyo desde el primer momento y se facilitará la aplicación de las medidas.
Del mismo modo, se facilitará atención psicológica durante el tiempo que sea necesario y, en todo momento, se acompañará al profesional agredido a asistencia sanitaria. Otra de las medidas que contempla el plan es la simplificación de la tramitación burocrática, de manera que se pueda simultanear la cumplimentación de los documentos para evitar que el profesional tenga que recordar repetidamente lo ocurrido.
En nuestro cartel, y siguiendo el símil de considerar la agresión como una infección que es la base de su argumento, hemos querido reflejar con las frases “No te tumba con fiebre, sino a golpes” y “Cursa con síntomas importantes en quien la sufre como depresión, estrés, ansiedad, insomnio…” el sufrimiento del personal que sufre una agresión, tanto física (es decir, “a golpes”) como psíquica (con el consecuente daño psicológico que conlleva). Aunque la mayoría de las agresiones físicas corresponden a lesiones menores, pueden ocasionar consecuencias psicológicas severas, llegando incluso al estrés postraumático.
La violencia en el lugar de trabajo atenta contra la dignidad y los derechos de los trabajadores, pero también es una amenaza a la eficiencia y el éxito de las organizaciones. Todo esto, según publica la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, lleva a los empleados a sufrir consecuencias diversas dependiendo de la agresión y de las características personales de cada víctima. Así, los efectos pueden ir desde la desmotivación y la pérdida de satisfacción profesional hasta el estrés o los daños físicos o psíquicos. Diversas investigaciones demuestran que los trabajadores afectados por la violencia laboral pueden verse inmersos en una secuencia de acontecimientos conocidas como el "síndrome de desgaste profesional" ("burnout").
La desmotivación del personal de salud, la sensación de humillación y la pérdida de confianza y autoestima, ocasionadas por la violencia laboral, deriva finalmente en diversos efectos en la esfera personal y sobre nuestras organizaciones de salud.
Las acciones violentas de los usuarios del sistema sanitario, o de sus familiares y acompañantes, sobre los profesionales en el lugar de trabajo van en aumento en todos los países en los últimos años, llegando a representar un motivo de gran preocupación para los profesionales sanitarios. El sector salud corre un riesgo grave, la violencia puede afectar a más de la mitad de sus trabajadores. Las consecuencias negativas de esa violencia generalizada repercuten fuertemente en la prestación de los servicios sanitarios, y pueden dar lugar al deterioro de la calidad de los cuidados dispensados y a decisiones de los trabajadores de abandonar sus profesiones. Esto, a su vez, puede ser causa de que se reduzcan los servicios de salud disponibles para la población en general, y aumenten sus costos.

Datos agresiones 2018
En Andalucía, se han registrado 1.234 agresiones en 2018, de las que 267 fueron físicas, mientras que en 2017 se registraron un total de 1.115, de las que 284 fueron agresiones físicas. De las 1.234 agresiones registradas el pasado año, 914 fueron a mujeres.
Dentro de las líneas del Plan de Prevención y Atención de Agresiones se incluye un protocolo de actuación que se activa ante la notificación de una agresión en un centro sanitario y que incluye la asesoría jurídica al personal agredido por parte de los Servicios Jurídicos del Servicio Andaluz de Salud.
En 2018, los letrados del SAS han realizado 127 asistencias letradas y se han contabilizado 58 sentencias condenatorias, de las que 13 fueron por delito de atentado.
Actualmente, los centros sanitarios andaluces cuentan con más de 6.000 elementos de seguridad.

RESUMEN:

En total, se han presentado 36 diseños a este concurso de carteles frente a agresiones del SAS. El cartel ganador se difundirá en los centros sanitarios, en soportes publicitarios y en redes sociales, iniciando así una campaña de concienciación ciudadana basada en la tolerancia cero a las agresiones.
Nuestra U.P.R.L. 1.4 se siente muy satisfecha de haber participado en esta iniciativa porque consideramos de gran importancia ponerle freno a las agresiones al personal sanitario, por lo que esperamos participar el año que viene con la misma ilusión, energía renovada y más suerte.
Y no olvidemos que hacer un uso adecuado de los servicios sanitarios en un ambiente de mutua cordialidad, confianza y respeto, en aras de la mejora de las relaciones entre ciudadanos y profesionales de la salud, es un deber para todos. Respetando los derechos y observando los deberes obtendremos una mejora del ambiente laboral para los trabajadores de la salud y una mejor prestación de servicios para los ciudadanos.
También debemos recordar que las actuaciones contra la violencia que plantean los profesionales sanitarios en el lugar de trabajo han de considerarse como un tema de alta prioridad por las autoridades sanitarias. No obstante, hay que aceptar que las medidas que se pueden implantar desde el sistema sanitario para prevenir y contrarrestar los incidentes de violencia contra el personal sanitario pueden aspirar a reducir la incidencia y a atenuar la intensidad y las consecuencias, pero no a erradicarla totalmente, ya que su aparición está relacionada con factores sociales y culturales difícilmente abordables.
Pero el objetivo de todos debe ser continuar sensibilizando a las administraciones públicas, a los propios profesionales y a los ciudadanos del grave problema que significan las agresiones a sanitarios. Una lacra que lejos de desaparecer, sigue aumentando tanto en lo que respecta a las agresiones físicas como verbales. Para evitarlas son necesarias campañas de comunicación y sensibilización como este concurso de carteles al que nos hemos presentado e intentar con todos los medios disponibles proteger al personal sanitario ante cualquier incidente, agresión o acoso.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los Profesionales del SSPA.
  • Iván Arturo Mayorca Yancán, Silvia Lucena García, María Elena Cortés Martínez y María Ángeles Lucerna Méndez. “Violencia contra trabajadores sanitarios en un hospital de Andalucía, ¿Por qué hay agresiones no registradas?”. Med. segur. trab. vol.59 no.231 Madrid abr./jun. 2013.
  • “La violencia que no cesa”. Diario Digital Independiente ceutaactualidad.com Sección Sanidad 28/09/2019.
  • “Noticias de la Junta”. Revista Digital. Salud. 04/09/2019.

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Noticia enviada por: Rosa Esther Asenjo Orellana

U.P.R.L. 1.4 Distrito Sanitario Granada-Metropolitano